Que es la homeopatia

La homeopatía se basa en la teoría de Hahnemann publicada en 1796 de la curación por la similitud. Según esto, la curación puede lograrse administrando a dosis infinitamente diluidas y "dinamizadas" mediante la agitación de una sustancia que a dosis normales produce los mismos síntomas que la enfermedad que se quiere tratar. A la homeopatía le falta una teoría fisiopatológica. La homeopatía renuncia a dar una explicación causa efecto e interpreta la acción de un remedio sobre el organismo en función de la ley de la semejanza.

Nuevamente la homeopatía habla de la capacidad innata del organismo para curarse y protegerse. Esta capacidad recibe el nombre de fuerza vital y los medicamentos homeopáticos intervienen en el esfuerzo del organismo estimulándolo. A pesar de tener unas bases tan distantes de los conocimientos actuales de la fisiopatología, la homeopatía ha captado una gran atención por parte de las revistas médicas más prestigiosas.
De hecho, algunas revisiones, como un meta análisis publicado en 1998, concluyen que la homeopatía tono unos efectos diferentes del placebo, aunque no consiguen demostrar la eficacia en ningún cuadro clínico individual.

La revisión Cochrane de la homeopatía para el asma crónica analiza tres ensayos y doble ciego de calidad variable. En dos de ellos el grupo de la homeopatía mejoraba mes y en el otro mejoraban los dos grupos sin detectarse diferencias entre ellos.
La dificultad para estandarizar los tratamientos y los diagnósticos en una práctica tan individualizada es un inconveniente para analizar científicamente la homeopatía. La revisión Cochrane concluye que no hay suficiente evidencia para definir el papel de la homeopatía en el tratamiento del asma crónica.

Para muchos científicos los preparados homeopáticos están tan diluidos que en muchos casos no se encuentre ni una sola molécula del producto original, fuera una RAH suficiente para invalidar la práctica de cualquier investigación seria. El argumento que el agua podría "Recordar" las propiedades de un soluto que hubiera contenido anteriormente, siempre que hubiera sido convenientemente agitado entre dilución y dilución fue defendido en una publicación de la revista Nature en 1988.

Los resultados del estudio no se pudieron reproducir posteriormente y poco después el editor de esta revista publicaba una comunicación titulada "La desilusión  de la alta dilución".