En algunos individuos el sistema inmunitario pierde la capacidad de
distinguir entre componentes propios y no propios y puede causar daño a los
tejidos del individuo.
La autoinmunidad es la respuesta inmunitaria contra antígenos propios y, si
hay consecuencias, se presentan las enfermedades auto inmunitarias. Esta
respuesta está mediada por un componente celular (principalmente linfocitos T)
y un componente humoral (Auto anticuerpos), que reflejan la etiología auto
inmunitaria.
Esto lo corrobora la mejora de pacientes con autoinmunidad tratados con
inmunosupresores, como la ciclosporina. La transferencia de la diabetes tipo
uno a través de linfocitos ha sido claramente demostrada en ratones y en
humanos, donde se reportó la transmisión de la enfermedad entre dos hermanos con HLA idéntico tras un trasplante de medula ósea.
A menudo se manifiestan varias enfermedades auto inmunitarias en un mismo
individuo o familia, por susceptibilidad genética ligada a HLA y otras
regiones. Los pacientes con diabetes tipo uno desarrollan con mayor frecuencia
tiroiditis autoinmunitaria, celiaquía, enfermedad de Addison o síndrome poliglandular autoinmunitaria.
El ataque autoinmune se da contra ciertos componentes del órgano diana llamados
autoantígenos, que en el caso de la diabetes tipo uno son moléculas de los
islotes pancreáticos. En el proceso inmunoreguladores de la autoinmunidad
actuarían las células T reguladoras (Treg), tanto a los órganos linfoides secundarios como el tejido
diana, pero en pacientes con diabetes tipo uno, estas células podrían tener
alterada su capacidad supresora.
Algunos de estos autoantígenos, como insulina o IGRP, son exclusivos de células
β pero otros no lo son, como los neuroendocrinos (GAD, IA-2, S100β) o
neuronales. En la diabetes tipo uno se detectan autoanticuerpos contra
antígenos insular que se consideran marcadores de la destrucción de las células
β y de riesgo de desarrollar la enfermedad, más que un mecanismo efector.
Los autoanticuerpos anti-insulina (IAA) son los primeros en aparecer, y su
prevalencia es inversamente proporcional a la edad de inicio clínico. Los autoanticuerpos anti-GAD (GAD65A) son un buen marcador de
autoinmunidad contra los islotes en adultos, con una prevalencia del 84%
mientras que los anti-IA-2 (IA- 2A) tienen una prevalencia del 70%.
Recientemente se han identificado autoanticuerpos contra el transportador de zinc ZnT8 en el 60-80 de pacientes con diabetes tipo
uno.