Me he informado sobre el tema de
transfusión fetofetal y leí un artículo donde una madre tuvo problemas en su
embarazo múltiple. Sufrió el síndrome de transfusión fetofetal. Esta mujer ya
tenía una hija anteriormente y el siguiente embarazo fue de gemelos
monocigóticos con una sola placenta y cada uno tenía su bolsa amniótica. Una vez,
cuando su médico la examinó le explicó que tenía probabilidades de sufrir
problemas en el embarazo pero no se imaginaba que sería el síndrome de
transfusión fetofetal. En las primeras ecografías los niños crecían de forma
parecida y no había problemas. Pero cuando llegó a las 21 semanas se empezó a
sentir mal. Le dolía el cuerpo. Ella sentía que un niño se movía mucho y el
otro poco. Cuando le hicieron la ecografía vieron que uno se movía poco porque
tenía poco líquido amniótico y le estaba llegando sangre de su hermano. El otro
gemelo tenía más líquido de lo normal pero no es diferenciaban mucho en el tamaño.
Dos semanas más tarde vieron a un gemelo casi sin líquido amniótico y el otro
se movía mucho en una bolsa muy llena de líquido amniótico. En estos momentos los
niños tenían un 10% de probabilidades de supervivencia para ambos bebés. El
médico le habla de un cirujano experto en realizar una coagulación con láser de
los vasos sanguíneos pero con esta intervención había un 50% de probabilidades
de que sobrevivieran ambos, y un 75% que sobreviviera un. Aun así la mujer aceptó.
Rápidamente, los médicos internarla para hacerle la intervención. Le hicieron
pruebas y le dieron medicamentos para evitar las contracciones. La intervención
duró aproximadamente dos horas y sólo la anestesiaron con anestesia local y un sedante.
Al día siguiente de la intervención le hicieron ecografías y le dijeron que
tenía que hacer reposo total en casa pero le hacían controles para ver cómo iba
el embarazo y que no volviera a producirse el desequilibrio nuevamente. Estuvo
como unas 3 semanas de reposo total.
Al final los niños nacimos para
una cesárea programada ya que el médico no quería sobrepasar de las 34 semanas
por temor a que la placenta intervenida claudica.
Los niños necesitaron incubadora
pero por poco tiempo, sólo unas horas. Ambos nacieron bien y no presentaban
ningún problema relacionado con el síndrome de transfusión fetofetal.