Estrategias psicologicas para el tratamiento de la depresion

La terapia interpersonal y la terapia cognitiva son algunas estrategias de tratamiento que se derivan de estudios rigurosos y controlados sobre eficacia en la psicoterapia de la depresión. La terapia interpersonal es un procedimiento breve, estructurado, que entiende la depresión como compuesta portres componentes: síntomas, funcionamiento social y personalidad.
 
De las tres, la terapia interpersonal se centra en el de funcionamiento social como estrategia para mejorar los síntomas, la personalidad se considera un foco de intervención demasiado ambicioso para una terapia breve. Concretamente, la terapia interpersonal hace énfasis en ayudar al paciente a identificar y mejorar los problemas vinculados a los conflictos interpersonales, las transiciones de rol (adaptaciones a cambios en sus circunstancias vitales), procesos de duelo, y déficits interpersonales.
 
Las técnicas empleadas varían, pero básicamente consisten a usar la propia relación terapéutica como fuente de seguridad y empatía para poder explorar los aspectos problemáticos de todos estos procesos y, por consiguiente, aprender a modificarlos.
En cuanto a la terapia cognitiva en el formato diseñado por Beck, se trata también de un procedimiento breve, estructurado y basado en la noción de que nuestros estados de ánimo dependen de cómo interpretamos los acontecimientos. En la terapia cognitiva de la depresión se enseña al paciente a identificar sus sesgos negativos en la interpretación de su experiencia, a enfrentarse a estos sesgos mediante formas de pensamiento más racionales y adaptativas, ya modificar los esquemas que utiliza en su vida cotidiana.
Además de estas dos modalidades de tratamiento psicológico, también otras formas de psicoterapia están demostrando su eficacia en el tratamiento de la depresión: por ejemplo, la terapia familiar sistémica (basada en la modificación de los patrones de comunicación y / o organización de la familia con un miembro sintomático) o las terapias constructivistas (basadas en la intervención sobre la forma en que el paciente construye su identidad y sus relaciones).
 
Lo que se desprende de todas ellas, desde el punto de vista de los objetivos terapéuticos que deben ser luego rigurosamente implementados en los tratamientos aplicados por psicoterapeutas profesionales, pero que pueden orientar las acciones aconsejables hacia el paciente-incluso desde la consulta previa a contactar con un especialista-, es el siguiente:
- Desde este punto de vista, es importante que el paciente tome conciencia de que hay una serie de factores que afectan su estado de ánimo hasta llegar a desembocar en una depresión.

- Si bien estos son en último término bastante personales, en general algunos de los más comunes son los conflictos interpersonales, las transiciones de rol, los procesos de duelo, los déficits interpersonales, y / o las formas improductivas de pensar (por ejemplo: excesiva autocrítica, fatalismo, exigencia ...).

- Una vez que el paciente se da cuenta de cómo su depresión está relacionada con la anterior, es importante que aprenda a identificar y modificar estos patrones que son, al mismo tiempo, conductuales, cognitivos, emocionales y relacionales. En resumen, las intervenciones psicológicas no exclusivamente farmacológicas constituyen una alternativa de tratamiento con soporte empírico y con beneficios distintivos a largo plazo.
 
FUENTE: 
 
Lluís Botella García del Cid