Enfermedad mental de los padres y depresion en niños

La relación entre la psicopatología de los padres y del niño se da de forma bidireccional. Es decir si los padres presentan una alteración emocional, ésta puede repercutir en el estado de ánimo del hijo. Por otra parte, cuando el niño presenta una psicopatología, puede generar sentimientos de desesperación y estado de ánimo triste en los padres. Además podemos encontrar que el niño presente más de un diagnóstico si los padres también lo presentan. (Weissman, Leckman, Merikaugas et al. , 1984).
 
Muchas investigaciones se centran en el estudio de la depresión de los padres como factor de riesgo para el niño desarrollar depresión. Se ha visto que los padres con depresión son menos comunicativos, dan menos atención, son menos estimuladores y muestran menos contacto emocional. Estas características relacionales afectarían al niño. (Culking et al, 1986) (Field, Heady, Goldstein et al, 1988) Los hijos de padres deprimidos tienen más dificultades de adaptación, problemas inter e externalizados, problemas sociales y académicos y más riesgo de padecer síntomas depresivos y depresión clínica. La depresión de los padres afecta a las cogniciones, sentimientos de los hijos ya la relación con éstos (Cummings & Daves, 1994) Las madres deprimidas suelen ser más coercitivas, críticas y abusivas físicamente.
 
Los padres al tener un pensamiento negativo hace que interpreten a sí mismos ya su hijo de forma maladaptada y con poca percepción de autoeficacia. La depresión materna se ha relacionado con unas características determinadas en los hijos: inmadurez, menor atención, trastornos de conducta y sintomatología depresiva. (Sinclair y Murray, 1998; Araneda, 1996) así como el trastorno por déficit de atención (Orvaschel, Walsh-Allis y Ye, 1988; Weissman, Leckman, Merikaugas et al, 1984; Goodman, Brogan, Lynch, Fielding, 1993) Carro, Grant, Gotlib et al. (1993) estudiaron mediante un estudio prospectivo, el rol de los síntomas depresivos de madres y padres como predictores de problemas de conducta y también el efecto de la depresión post-parto en la conducta del niño.
 
Encontraron que los síntomas depresivos del padre y madre correlacionan con altas puntuaciones inter y externalizadas en los hijos. La sintomatología depresiva en el padre, después del nacimiento del hijo, correlaciona con el aumento de síntomas en la madre y el incremento de los problemas de conducta del hijo cuando tiene 2-3 años. El efecto de la depresión post-parto en los hijos se puede observar a cualquier edad. Field (1988) encuentra que niños de madres deprimidas muestran una conducta más apática y inhibida incluso a los 3meses.
 
En niños con edades superiores se observa más afectación. No queda claro si los afecta más porque han sido expuestos más tiempo a la depresión materna, por si sufren unos cambios evolutivos que les hacen más vulnerables o si en función de la edad se desarrolla una forma específica de psicopatología (ej: más pequeños más agresividad). Se ha destacado también la importancia de los antecedentes familiares de depresión y otros trastornos psiquiátricos, (Wellers, Kapadia, Weller et al, 1994) en especial de la depresión mayor y los trastornos de ansiedad.
 
La depresión materna puede afectar a la capacidad de atención, rendimiento y desarrollo de los niños. Los niños de madres que sufrieron depresión post-parto durante el primer año de vida, tienen puntuaciones más bajas en el índice general cognitivo. No se observa esta relación cuando la madre sufre depresión pasado este primer año. Estos niños tienen más riesgo de tener problemas a la hora deleer y hacer actividades que requieren percepción y habilidades verbales. Dichas relaciones se han observado sobre todo cuando el niño es del sexo masculino (Sharp, Hay, Pawlby et al, 1995). A los 5 años pero, esta relación no es tanto clara.
 
Parece ser que la estimulación en casa y en la escuela contribuiría a facilitar el desarrollo del niño. (Murray, Hipwell, Hooper et al 1996). También se ha estudiado el efecto de otras psicopatologías de los padres sobre el niño. En el estudio de Greco-Vigorito, Drucker, Moore-Rusell (1996) encuentran que el niño hijo de un padre que abusa de sustancias se identifica con el estado emocional del progenitor del mismo sexo. Esta tendencia se observa más en las niñas. A pesar de no desarrollan depresión clínica, se encuentra una alta sintomatología depresiva tanto en los niños como en la madre.
 
En un estudio de Weissman et al, (1984), se recogió que niños de padres con depresión y trastorno de pánico solían recibir tratamiento por problemas emocionales y escolares, en especial depresión y trastorno de ansiedad (fobias, trastorno de pánico, agarofòbia ...). Estos autores señalan que en hijos de padres deprimidos, la edad de inicio de la ansiedad suele ser a los 3 años y de la depresión en los6 años.
No tenemos información sobre el efecto de psicopatologías más severas y crónicas como la esquizofrenia, en el estado emocional del niño preescolar. El único recoge destaca en hijos de padres esquizofrénicos un bajo cociente de inteligencia, dificultades de comunicación y atención ya la hora de clasificar objetos. (Winters,  Stone, Weintraub, Neale, 1981).
 
FUENTE:
ESTUDIO EPIDEMIOLÓGICO DE LA DEPRESIÓN MAYOR EN NIÑOS DE 3-6 AÑOS. Ester Plan y Colomer. 2003