En las revisiones habituales, el
médico realizará una historia clínica al paciente, en la que solicitará:
Antecedentes: El médico hace como
una pequeña entrevista, donde pide los hábitos del paciente y los antecedentes
médicos de él y de sus familiares.
Exploración física: Se realiza una exploración de las mamas con el objetivo de
detectar posibles cambios en la consistencia, presencia de nódulos, estado de
la piel y del pezón, palpación de ganglios linfáticos en la axila, fundidas
supraclavicular.
También realiza una exploración
física general. Tras la exploración el paciente, el médico podrá solicitar las
siguientes pruebas:
Análisis de sangre: En el análisis
se incluyen marcadores tumorales, es decir, sustancias que existen dentro de la
sangre y que suelen elevarse cuando el cáncer está activo.
Mamografía: Consiste en la
realización de una radiografía especial de las mamas, con una aparato de rayos
X, llamado mamógrafo. Este aparato tiene una dosis muy baja de radiaciones,
pero es capaz de detectar muchos problemas, fundamentalmente el cáncer de mama.
Es una prueba sencilla y no dolorosa, aunque muchas veces puede resultar
molesta, porque se debe realizar presión sobre la mama para mejorar la calidad
de la imagen. Porque ninguna zona del pecho quede sin explorar generalmente, se
hacen dos proyecciones por cada mama.
La mamografía es la exploración
más eficaz para detectar los tumores malignos de mama. También tiene
limitaciones, especialmente para las mujeres jóvenes con mamas densas. Las
mamografías son menos eficaces en la detección de cánceres de pecho en las
mujeres jóvenes ya que las mamas suelen tener un tejido glandular denso. Todas
las mujeres mayores de 40 años deberían realizarse una mamografía anualmente y
las mujeres entre 50 y 69 años cada dos años.
En una mamografía se pueden apreciar signos que indican, con bastante precisión, si la lesión es sospechosa de malignidad o no. Entre ellos:
Calcificaciones: Se tratan de pequeños depósitos de minerales que aparecen como
pequeñas manchas blancas en las radiografías. Las que son muy pequeñas se
llaman microcalcificaciones y pueden aparecer aisladas o en grupo. Significa
que hay cambios en la mama que requieren una vigilancia. Estas calcificaciones
pueden corresponder a tumores benignos y, muy poco como tumores malignos.
Masas: Pueden corresponder a
lesiones benignas como es el caso de un quiste. Pueden contener calcificaciones
o no.
Quistes: Es una colección de
líquido en el pecho de un pequeño saco en la mama. La exploración diagnóstica
debería completarse con una ecografía mamaria. Puede ser necesario evacuar el
líquido para ser analizado histológicamente. Es raro que el quiste sea maligno.
Si se detecta una imagen
sospechosa de malignidad en la mamografía, el médico solicitará más pruebas
para conocer la naturaleza de la lesión.
Ecografía mamaria: Consiste en emitir ondas sonoras de alta frecuencia
(ultrasonidos) que rebotan al chocar con las diferentes estructuras a las que
llegan y, a través de un ordenador forman la imagen que se visualiza en una
pantalla. Es una prueba complementaria a la mamografía, ya que ayuda a
diferenciar los nódulos con contenido líquido de las masas sólidas. Es muy útil
en el caso de mamas densas, donde la mamografía tiene menos poder de
definición. Es una prueba muy sencilla e indolora.
Citología por punción-aspiración
con aguja fina o biopsia "tru-cut": Se trata de obtener una muestra
de células o tejido para un estudio posterior al microscopio. Por ello, se utiliza
una aguja fina unida a una jeringa oa un sistema de aspiración. Una vez
localizado el nódulo, por palpación o por ecografía, se tira del émbolo de la
jeringa y se produce el aspirado de las células que forman el nódulo. Para esta
prueba, no es necesario que el paciente esté ingresado. Es ligeramente molesta
y en ocasiones puede aparecer un hematoma después de su realización.
Estereotáxica digital: Consiste en
un sistema similar a un mamógrafo que permite la localización de lesiones
mamarias previamente detectadas por la mamografía. Mediante este sistema se
pueden realizar pequeñas biopsias de lesiones de baja o moderada sospecha de
malignidad. El paciente no debe estar ingresado pero se realiza con anestesia
local.
Biopsia quirúrgica: Es una
intervención quirúrgica que puede requerir anestesia general. Trata de extirpar
el nódulo o tejido sospechoso con una zona de tejido sano alrededor para que
luego sea analizado por un patólogo.
Ductograma o galàctograma: Consiste en introducir medio de contraste en un conducto, a través del pezón y observar la imagen en rayos X para detectar pequeñas masas intraductal. Es una técnica utilizada en caso de descargas hemorrágicas por el pezón. (Muy poco utilizada)
Ductograma o galàctograma: Consiste en introducir medio de contraste en un conducto, a través del pezón y observar la imagen en rayos X para detectar pequeñas masas intraductal. Es una técnica utilizada en caso de descargas hemorrágicas por el pezón. (Muy poco utilizada)
Ductoscopia: Técnica invasiva que
consiste en la introducción de un pequeño endoscopio a través de los conductos
galactóforos. Se conoce desde hace muchos años pero los avances técnicos han
permitido un diseño más preciso y delicado que consigue observar el conducto
galactóforo en toda su extensión con más calidad de imagen. (Muy poco
utilizada) Resonancia Nuclear Magnética (RNM): Técnica de imagen basada en la
emisión de ondas de radio que su energía es absorbida por diferentes tejidos.
Para mejorar la definición utilizan materiales de contraste. Las pacientes
deben tumbarse en una cama que se introduce en un tubo dentro de la máquina.
Tomado de Aida
Rodríguez. Cáncer de mama